mercredi 15 juillet 2009

El día que Berlin decidió partir

Hacía soleil. Estuvo todo el día chez moi haciendo tiempo, dejando pasar las horas, no podíamos dejar de estar a solas ni un segundo, quand à la fin elle se decidé à partir. Y NO PUDO OUVRIR LE PORTE, y no era la de William Blake, porque mon coloc la había cerrado con llave al marcharse. ALORS me llamó angustiada y yo estaba au boulot y tardaría 50 minutos en arriver y ella estaba toute seule. Llamé a mon COLOC, cabrón, ve a abrirle la puerta a la pobre mademoiselle y allí fue y la chica se había tirado ya por la ventana, un quinto piso de la Rue de la République. ELLA SALIÓ SANA Y SALVA, me llamó mi coloc au portable. AVANT elle m'appellé desde GARE PART DIEU porque los gabachos de mierda no sabían venderle un billet pour le navette à l'aeroport pero al final se atrincheró y creo que Madrid ya es chaque fois más suyo que mío, Lyon es plus y plus mío aunque lo nuestro sea des deux.